domingo, 11 de julio de 2010

Harry Price junto a la familia Foyster

Aprovechando esta circunstancia, el 25 de mayo de 1937 Price puso un anuncio en la columna del Times solicitando investigadores voluntarios para habitar la rectoría y registrar todos los fenómenos que pudieran producirse.
La respuesta fue masiva, y de entre todos los voluntarios Price eligió a más de cuarenta personas y publicó una guía de cómo llevar a cabo una investigación paranormal, entregando una copia a cada investigador y explicando qué hacer cuando los fenómenos se produjesen.
Durante estas investigaciones se produjeron varios avances en las comunicaciones con los espíritus, en una de las cuales, Price recabó el material para resolver el misterio.
En una de las sesiones, un supuesto espíritu llamado Marie Lairre reveló que había sido una monja en Francia, pero había abandonado su convento para casarse con Enrique Waldegrave, miembro de una familia acomodada, cuya casa había estado situada en el sitio de la rectoría Borley. Según reveló, allí, su marido había estrangulado y había enterrado sus restos en el sótano.
Esta historia concordaba con lo revelado anteriormente en las sesiones espiritistas, sobre la mujer emparedada y acrecentaba la teoría de Price de que todo se centraba en la monja, cuyo espíritu reclamaba su eterno descanso.
En 1939, otro morador pasó a tomar posesión de la vivienda, el capitán W.H. Gregson.
El 27 de febrero de 1939, cuando se encontraba desempaquetando libros en la biblioteca cuando una lámpara de aceite se estrelló incomprensiblemente contra el suelo y provocó un violento incendio que se extendió rápidamente y destruyó la rectoría, cumpliéndose así la profecía de “esta casa será pasto de las llamas”.

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